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ALIGHIERI, DANTE
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BIOGRAFÍA. VIDA Y OBRA DE 'ALIGHIERI, DANTE'
Dante Alighieri (1265-1321), poeta, prosista, teórico de la
literatura, filósofo y pensador político italiano. Está
considerado como una de las figuras más sobresalientes de la
literatura universal, admirado por su espiritualidad y por su
profundidad intelectual.
Primeros años
Dante nació en Florencia, en los últimos días de mayo o los
primeros de junio del año 1265, en el seno de una familia que
pertenecía a la pequeña nobleza. Su madre murió cuando todavía
era pequeño, y su padre al cumplir los 18 años. El
acontecimiento más importante de esta trágica juventud, según su
propio testimonio, fue conocer, en el año 1274, a Beatriz, la
mujer a quien amó y que exaltó como símbolo supremo de la gracia
divina, primero en La vida nueva y, más tarde, en su obra
maestra, la Divina Comedia. Los especialistas han identificado a
Bice di Folco como la noble florentina Bice di Folco Portinari,
que murió en 1290, con apenas 20 años. Dante sólo la vio en tres
ocasiones y nunca habló con ella, pero eso fue suficiente para
que se convirtiera en la musa inspiradora de casi toda su obra.
Se sabe muy poco acerca de la educación de Dante, aunque sus
libros reflejan una vasta erudición que comprendía casi todo el
conocimiento de su época. En sus comienzos ejercieron una gran
influencia sobre él las obras del filósofo y retórico Brunetto
Latini, que aparece, por otro lado, como personaje destacado en
la Divina Comedia. Se sabe que, hacia 1285, se encontraba en
Bolonia, y se supone que estudió en la universidad de esa
ciudad. Durante las luchas políticas que tuvieron lugar en la
Italia de esos años, se unió en un principio al bando de los
güelfos, opuestos a los gibelinos (véase Güelfos y gibelinos).
En 1289 formaba parte del Ejército güelfo de la ciudad de
Florencia que combatió en la batalla de Campaldino, en la que
los güelfos de Florencia vencieron a los gibelinos de Pisa y
Arezzo. Por esa misma época se casó con Gemma di Manetto Donati,
perteneciente a una destacada familia güelfa florentina.
La vida nueva
La primera obra literaria de Dante fue La vida nueva, escrita
muy poco después de la muerte de Beatriz. Se compone de poemas
en forma de soneto y de canzone, entre los que se intercalan
textos en prosa. En ella se narran acontecimientos relacionados
con el amor del poeta hacia Beatriz, como el sueño en el que
Dante la ve muerta, la muerte real de la joven y la decisión del
enamorado que, desesperado, decide escribir una obra literaria
dedicada a ella, como postrer monumento a su amor. La vida nueva
muestra claramente la influencia de la poesía amorosa
trovadoresca (véase Trovadores y troveros) de la Provenza
francesa, y supone el punto culminante del dolce stil nuovo,
nombre que recibe la poesía escrita en la lengua vernácula en la
Florencia de aquellos años. Esta obra consigue superar la
tradición provenzal, pues describe los sentimientos amorosos del
poeta de una manera sublime e idealista, pero insinúa una
elevada espiritualidad muy próxima al misticismo. La vida nueva,
con su contenida intensidad de sentimientos, constituye una de
las grandes obras de la literatura europea. La obra
probablemente fue escrita entre 1292 y 1293 o incluso 1294.
Actividad política de Dante
Durante los cinco años siguientes, Dante participó activamente
en la vida política de Florencia. Ciertos documentos fechados en
1295 le sitúan inscrito en el gremio de médicos y boticarios, ya
que quienes no pertenecían a la nobleza no podían participar en
el gobierno de la ciudad a no ser que fueran miembros de una
corporación. En 1300 partió hacia San Gimignano al frente de una
misión diplomática. Ese mismo año fue elegido como uno de los
seis magistrados de Florencia, cargo en el que se mantuvo sólo
dos meses. Durante su mandato se profundizó la rivalidad
existente entre las dos facciones del partido güelfo florentino,
los llamados negros, que veían en el Papa un interesante aliado
contra el poder imperial, y los blancos, que pretendían
mantenerse independientes tanto del Papa como del emperador del
Sacro Imperio. Con el fin de mantener la paz en la vida política
florentina, se decidió desterrar a los jefes de las dos
facciones enfrentadas. Sin embargo, apoyados por el papa
Bonifacio VII, los cabecillas de los güelfos negros regresaron a
Florencia en 1301 y se apoderaron del gobierno de la ciudad. Al
año siguiente expulsaron a Dante por un periodo de dos años y le
impusieron una elevada multa. Al no hacerla efectiva le
amenazaron con ejecutarlo si regresaba a la ciudad.
El exilio del poeta transcurrió entre Verona y otras ciudades
del norte de Italia. Vivió en París, entre 1307 y 1309. Durante
este periodo de tiempo, sus ideas políticas sufrieron una
considerable mutación, y abrazó la causa de los gibelinos, que
deseaban la unificación de Europa bajo el gobierno de un
emperador culto y competente.
Durante los primeros años de exilio, el poeta escribió dos
importantes obras en latín. La primera de ellas, De vulgari
elocuentia (1304-1305), es un tratado sobre las ventajas que
supondría el uso del italiano como lengua literaria. En él
defiende la utilización de la lengua vernácula, establece
criterios para su buen uso como lengua escrita y concluye con
una sección dedicada a la crítica de algunas obras en lengua
vernácula. La segunda de ellas, la inconclusa Il convivio
(1304-1307), la concibió como una recopilación, en 15 volúmenes,
del conocimiento de la época. El primero de los tomos sería un
volumen introductorio, mientras que los 14 restantes incluirían
otros tantos comentarios en forma de poema. Sólo logró completar
los 4 primeros libros.
Los anhelos políticos de Dante se vieron espoleados con la
llegada a Italia de Enrique VII, rey de Alemania y cabeza del
Sacro Imperio Romano Germánico. Las intenciones del emperador
consistían en unificar Italia bajo su soberanía, tanto en la
teoría como en la práctica. En medio de una febril actividad
política, Dante escribió a numerosos príncipes y líderes
políticos italianos, urgiéndoles a dar la bienvenida al
emperador y apoyarlo en sus deseos de unificar la península
Itálica, pues era la mejor manera de terminar con las luchas
entre las distintas ciudades y en el interior de éstas. La
muerte de Enrique VII en Siena, el año 1313, acabó con las
esperanzas políticas del poeta. El tratado De Monarchia (1310),
escrito en latín probablemente durante la estancia del emperador
en Italia, constituye una exposición detallada de las ideas
políticas de Dante, entre las cuales se encuentran la necesidad
de la existencia de un Sacro Imperio Romano y la separación
total de Iglesia y Estado.
Últimos años
En 1316 la ciudad de Florencia ofreció a Dante la posibilidad de
regresar, pero las condiciones que puso para ello eran las
mismas que solían imponerse a los criminales perdonados por las
autoridades de la ciudad. El poeta rechazó el ofrecimiento,
argumentando que jamás regresaría a menos que le fuesen
restituidos por completo su dignidad y su honor. Siguió, por
tanto, viviendo en el exilio, y pasó sus últimos años en Ravena,
donde murió el 13 o el 14 de septiembre de 1321. Fue enterrado
en esta ciudad, pero sus restos han sido reclamados durante
siglos por los florentinos, que le tenían reservada una
sepultura en la iglesia de la Santa Croce.
Entre las obras menores que escribió durante este periodo de
tiempo se encuentran Quaestio de acqua et terra y dos églogas
también en latín. La primera de las tres obras es un tratado
cosmológico que trata sobre un argumento recurrente para los
pensadores de ese momento: si la superficie de las aguas es
mayor que la de la tierra. Las églogas estaban inspiradas en el
modelo desarrollado por el poeta clásico romano Virgilio, a
quien Dante consideraba su más importante y duradera
inspiración.
Divina Comedia
La obra maestra de Dante, la Divina Comedia, la debió comenzar
alrededor de 1307 y la concluyó poco antes de su muerte. Se
trata de una narración alegórica en verso, de una gran precisión
y fuerza dramática, en la que se describe el imaginario viaje
del poeta a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso.
Está dividida en tres grandes secciones, que reciben su título
de estas tres etapas del recorrido. En cada uno de estos tres
mundos Dante se va encontrando con personajes mitológicos,
históricos o contemporáneos suyos, que simbolizan cada uno un
defecto o virtud, ya sea en el terreno de la política como en el
de la religión. Así, los castigos o las recompensas que reciben
por sus obras ilustran un esquema universal de valores morales.
Durante su periplo a través del Infierno y el Purgatorio, el
guía del poeta es Virgilio, alabado por Dante como el
representante máximo de la razón. Beatriz, a quien Dante
consideró siempre tanto la manifestación como el instrumento de
la voluntad divina, le guía a través del Paraíso.
Cada una de las secciones incluye 33 cantos, excepto la primera,
que incluye uno más y sirve como introducción. Este extenso
poema está escrito en terza rima, una estructura en que la rima
se distribuye así: ABA BCB CDC… etc (véase Versificación). La
intención de Dante al componer este poema era llegar al mayor
número posible de lectores, y por ello lo escribió en italiano,
y no en latín. Lo tituló Commedia porque tiene un final feliz,
en el Paraíso, al que llega al final de su viaje. El poeta puede
por fin contemplar a Dios y siente cómo su propia voluntad se
funde con la divina. Este adjetivo, divina, no apareció en el
título hasta la edición de 1555, llevada a cabo por Ludovico
Dolce.
La obra, que constituye un catálogo del pensamiento político,
científico y filosófico de su tiempo, puede interpretarse en
cuatro niveles: el literal, el alegórico, el moral y el místico.
Ciertamente, es una impresionante dramatización de toda la
teología cristiana medieval, pero, más allá de esta
consideración, el viaje imaginario de Dante puede ser
interpretado como una alegoría de la purificación del alma, y de
la consecución de la paz bajo la guía de la razón y el amor.
Influencia e inspiración
Ya en el siglo XV, muchas ciudades italianas habían creado
agrupaciones de especialistas dedicadas al estudio de la Divina
Comedia. Durante los siglos que siguieron a la invención de la
imprenta, aparecieron más de 400 ediciones distintas sólo en
Italia. La epopeya dantesca ha inspirado, además, a numerosos
artistas, hasta el punto de que han aparecido ediciones
ilustradas por los maestros italianos del renacimiento Sandro
Botticelli y Miguel Ángel, por los artistas ingleses John
Flaxman y William Blake, y por el ilustrador francés Gustave
Doré. El compositor italiano Gioacchino Antonio Rossini y el
alemán Robert Schumann pusieron música a algunos fragmentos del
poema, y el húngaro Franz Liszt se inspiró en él para componer
un poema sinfónico.
La Divina Comedia ha sido traducida a más de 25 idiomas. La
primera edición en castellano fue la de Enrique de Villena, a
principios del siglo XV, hoy perdida. De 1429 data una versión
catalana, en verso, de Andreu Febrer, y en 1555 Pedro Fernández
de Villegas tradujo el Infierno. Entre las versiones modernas al
castellano destacan la de Cayetano Rosell (1871-1872); en verso,
y muy difundida en su época fue la del conde de Cheste (1879) y
la del argentino Bartolomé Mitre (1894), también en verso. En
catalán sobresalen la de Verdaguer y Callis (1879) y la de
Sagarra (1950-1952).
La influencia de Dante en la literatura española de los siglos
XV y XVI fue muy importante, a partir, sobre todo, de la obra de
Juan de Mena El laberinto de Fortuna o Las trescientas,
terminada en 1444.
"Dante Alighieri", Enciclopedia Microsoft(R) Encarta(R).